domingo, 26 de julio de 2015

El Teatro de la ópera se reinaugura, por enésima vez. Crónica de una muerte anunciada

Bueno, aventuraré un comentario sobre el TOM, a propósito de re-re-re inaugaración: su esencia es irrecuperable, y no solamente hablo de lo arquitectónico, en lo que no soy experto; 1 detalle: cambiaron el revestimiento exterior, de granito marmóreo, por algo "más baratico". Otro: la reconstrucción se hizo a ciegas, pues los planos originales los perdieron (me dicen que los que quedaban se deshicieron cuando se inundó el teatro cuando quitaron ese techo, hoy catalogado de "majestuoso"). Pero eso son detalles. La principal pérdida, a mi modo de ver, es moral y ética: en lo moral, pues se robaron, sí, se robaron, los 3 presupuestos anteriores, todos suficientes para hacer la restauración. No hay nadie acusado y menos imputado, lo que muestra la impunidad y la injusticia reinante. esto quiere decir, en otras palabras, que el TOM sirvió de mampara, excusa y fachada de operaciones mafiosas. En lo ético, pues con promesas, excusas y otras prácticas fraudulentas, engañaron, compraron y/o sobornaron (aparte de los que execraron, excluyeron o intimidaron) al establishment cultural aragüeño, socavando la conciencia ética de quienes ejercen la promoción ciudadana y artística. por esto, queridos animadores de las redes, estamos como estamos, celebrando inauguraciones "chucutas", como la de la plaza Bolívar, con escombros a los lados y la fuente de la avenida inservible, o la del ateneo con baños y camerinos depauperados, o la plaza san juan, o la casa de la cultura, o el museo al lado de los pollos. Nada que celebrar, o como dijo en hora funesta el finado: El show debe continuar, o como me gusta más a mí, con música de pink floyd: show must go on, show must go on....




sábado, 27 de junio de 2015

DÍA NACIONAL DEL TEATRO 2015. MITO Y LEYENDA DEL TEATRO EN ARAGUA



Lo reiterativo asusta. La trama, acercamiento hiperreal, tan terrorífica, mata con la insistencia artera, malévola, brutal de los tiempos que corren. Los personajes, en su lógica perversa, remueven los cimientos sociales de una época en que política, terrorismo y poder dominan la escena. Hamlet, horrorizado, deambula perdido entre la fetidez dinamarquesa y la podredumbre moral que pervive en la limosna gubernamental, mientras tartufianos personajes recorren, cual fantasma de la ópera, con su mano extendida rogando la dádiva, cada vez más escasa, como el café, la cultura, o la honestidad, que no hay.

La crisis cultural del califato del estado Aragua ya pasa de lo risible a lo trágico sin intermedio; y mientras todos los trabajadores escénicos deberíamos estar al frente, en la calle, teatro primigenio, defendiendo espacios de libertad, democracia y justicia, lamentablemente sólo vemos al corifeo de burócratas anunciando un sarao para ¿re-inaugurar? El foyer del teatro de la ópera de Maracay, ex-icono de la ciudad, otrora jardín. ¿Será que estamos todos locos como el rey Lear, o como Román Chalbaud  cuando profetizó su prontísima apertura? ¿Olvidamos los cuatro presupuestos dispendiados?

Es por ello que, en vez de celebrar por lo alto el día nacional del teatro, así como también el del periodista, activemos en cambio las fibras más profundas de nuestra cultura ciudadana y democrática para propiciar un cambio que apunte a la reconstrucción política y cultural de la república.


Teatro La Misere                  Los Muchachos de la NASA 

Aragua en Red                      Cultura para el Progreso




lunes, 13 de abril de 2015

Los raspacupos también lloran o ¿Y con $1500 cuánto me queda?

     Con fulminante ironía, Carlos Monsiváis, refiriéndose al sistema político mexicano, pero que retrata exactamente nuestra creciente miseria patria, al clientelismo ejercido desde casi toda instancia de poder, dijo que “corrupción que no se comparte fracasa”. Y ese ha sido el método más eficaz del gobierno en materia de “inclusión social” durante estos gloriosamente fallidos 16 años del régimen bolivariano.

     La efectividad de este método conductista, pavloviano para más señas, es incuestionable, si nos atenemos a sus resultados, un par de millones de venezolanos salivando, moqueando y llorando las esperanzas perdidas de un cupo, de la dádiva que anuló la conciencia de la clase media (o el mito autoindulgente que de ella teníamos algunos clase- mediana), anulación completa de nuestra globalizada miseria cultural.

     La razón se impone; miles de argumentos se desarrollan en la misma matriz: la ruina económica de individuo, familia, país. Y es que cuando se va perdiendo la libertad, lo real se transforma en ficción, las personas son ahora personajes de una ilusión que se evapora con cada quincena fallida, cada cola, cada trancazo a la tarjeta de crédito en los tours farmacéuticos.

Por eso mis primos viajaron a Ecuador, mis amigos van a Surinam o Buenos Aires, no a conocer otras culturas, mares o teatros. No se emocionan planeando recorridos turísticos o averiguando gastronomías. No, van a gastar lo mínimo, dormir acaso unos días en alguna triste pensión, comer en Mc Donalds y tal vez una cervecita barata x ahí para regresar con los miles de dólares “raspaos”, con la amarga misión de vida de sacarle del alma, en bolívares devaluados, a otro venezolano, a otro necesitado (de medicinas para la madre, materia prima para su pequeña empresa o darle para comer a un hijo en un albergue en Canadá) pero sin cupo.

     Por eso profesores y empleados universitarios, ingenieros y psicólogos, médicos y enfermeras  abandonan sus empleos para dejar alma y vida  en lar ajeno…alfabetizando indígenas en la Amazonía ecuatoriana, cuidando viejitos, niños o perros en Madrid o vendiendo celulares en Santiago. Esas “razones” , válidas o invalidadas, desnudan nuestra miseria espiritual, nuestra moral flexible, plástica, atávica. ¿Dejamos de ser monárquicos? pregunta Carrera Damas y la pregunta deja en silencio a la audiencia.

     No respondo, solo pienso en qué hubiesen hecho mis superhéroes: ¿Habrían raspado el cupo los exiliados en La Habana en el 52? ¿Imaginan a Betancourt diciéndole a Leoni: y tú ya raspaste? ¿Al maestro Prieto en la cola del banco de Venezuela activando su cupo electrónico? ¿A Jóvito Villalba vendiéndole a como esté dólar today $2000a Pompeyo Márquez?


     Y que no piensen amigos, familiares, conocidos del face y seguidores del tuiter que les acuso e increpo. Que reclamo su recompostura moral, su vuelta a la patria, a la ciudadanía. Estén seguros de ello. 



viernes, 10 de abril de 2015

Cartas a Iván (1): El verdadero optimista o la insoportable levedad republicana



…Ahora, señor Presidente, le confieso un miedo. Digo yo, en mi ignorancia, que este golpe no me cabe en la cabeza, si debo identificarlo o reducirlo al gesto de unos tenientes. Después de todo, Rambo es una ficción estúpida, un oportunismo de Hollywood. No se cancela el asunto diciendo que de aquí al tercer milenio, Venezuela no volverá a vivir esa madrugada. Eso es bravata y usted lo sabe mejor que nadie. La democracia es una manera y no un objetivo. Siglos atrás, en la historia de Francia, Luis XI se hizo famoso por decir que el único sentido real de un gobernante era garantizar que los ciudadanos pudiesen comer pollo tres veces al día. Sobra aclarar que en ese tiempo, comer pollo era un privilegio de señores. Pero descartando el simplismo, macroeconomía menos, macroeconomía más, no ha habido mejor expresión del bienestar humano, que esa simpleza monárquica. No tanto por las proteínas del pollo, quién sabe si discutibles, sino por la condición igualitaria, democrática, cultural, de unas pechugas y unos muslos capaces de abarcar la sociedad. El resto, Presidente, es una colección de principios retóricos, demasiado incumplidos en el país que hemos hecho. Tengo la sensación, o quizás deseo tenerla, de que en lo sucesivo, esta tanqueta que humilló el portón de Miraflores, será un convidado ineludible en nuestra historia, un precedente instalado en la conciencia, torpe, ayatolesco, burdo, pero desgraciadamente apoyado en una verdad como una casa. Quítele los cañones. Quítele la violencia. Quítele el dolor de los muertos. Quítele el incumplimiento de un mandato jurado. Quítele la simpleza. Transfórmelo en un comentario del oficial Chávez, algo dicho en un pasillo de Miraflores al oído del Presidente, como un simple acto de fe. Quítele la retórica de sexto grado, la simplificación del Golfo, el patriotismo enervado, nervioso, visceral.
¿No es lo que todos los días escucho en la calle, señor Presidente?
¿No se parece al pueblo?
 José Ignacio Cabrujas
El país según Cabrujas. Domingo 9 de febrero de 1992


Despilfarro
         Es recio haber gastado días, meses, años en defenderse sin saber de quién.
Recio no poder ver el rostro del que asedia.
Recio ignorar lo que nos devasta.
Rafael Cadenas, Memorial (1977)

     Lo político, trama ineludible de este presente que nos convoca a un juego de espejos enfrentados, determina hoy las mismas prisas de siempre, los nuevos viejos debates que se muerden la cola acaso desde que Picornell, Gual y España le dieran al vocablo independencia nuevas ataduras de sentido, radicales libres agrupados en torno a los nuevos núcleos de poder transformados en ansias de igualdad, fraternidad y libertad. El entramado humano revisitado en las instancias de la conformación del ser americano. La angustiosa levedad de nuestra incertidumbre bicentenaria llega a las costas de la historia venezolana, sin embargo, en el momento más oscuro, en el de mayor desamparo.

     Y no porque nuestro devenir cultural no haya sido luminoso, caudaloso en cuanto a ideas y ciudadanos de alto valor intelectual y moral, no porque en nuestra genética ciudadana no discurra un ADN arrebolado en la historia nacional; el asunto se establece en relación a cómo han decantado tales ideas en “la dialéctica de continuidad y ruptura y el largo período histórico para la comprensión e interpretación de lo histórico manifestado en hechos, acontecimientos y procesos” proposición metódica de Carrera Damas que privilegia nuevas formas de abordaje histórico y cultural. De allí se desprenden preguntas, dudas y decepciones encausadas y atadas en la política del desatino que desde la amplia y derruida acera opositora hemos tenido a maltraer como sociedad, reinsertando ¿enterrando? la esperanza en el infausto campamento minero que avizoraron, retrataron y combatieron Briceño Iragorry, Betancourt, Picón Salas, Caballero, Cabrujas y tantos y verdaderos héroes que desde la honestidad y el virtuosismo político edificaron sino un país, al menos una proyección de país totalmente consustanciada cultural, política y económicamente.

     Una verdadera, esencial y lamentablemente arrinconada poética ciudadana que quijotescamente revivimos cada sábado en la mañana, en la fecunda casa-fundación de un tal Rómulo Betancourt.

     Y dije que las preguntas superaban ampliamente a las respuestas que tan rápido y mal esbozo en estas líneas; no de otro modo puede ser la dinámica de la violencia hecha país, instalada en cárceles de pranes y presos políticos, de mafias con el poder moral de ser electos para cualquier curul o silleta ejecutiva de banda ancha e ideas cortas. No de otra forma puede ser mejor ejemplificada nuestra fragilidad de clase media con aspiraciones democráticas y liberales que ungimos, cuales monos frente al tótem en Odisea espacial 2001, el laureado filme de Kubrick, a un par de botas que vengase nuestra incompetencia ética y ciudadana friendo cabezas y ofreciendo una revancha anti-histórica de náufragos culturales y charreteras pulidas, dientes rotos en las falsamente adustas sombras victoriosas en las aulas de una universidad que como el resto, durmió sobre sus laureles y cayó en la tentación rentista de la beca, del posgrado en Moscú, de la pasantía en Stanford.

     Señores: dejamos la ciudadanía en manos anchas y ajenas, en partidos que se transformaron en las franquicias de hoy día, en las que hamburguesa y pizza saben al mismo cartón, pero ahora sin papas pero con yuca. En manos de empresarios de maletín, que a la frondosa sombra gubernativa abonaron el terreno de futuros Antonini Wilson y demás miembros ilustres de nuestra nueva burguesía revolucionaria. En manos de profesores mediocres que fueron adueñándose de cátedras, subdirecciones y rectorados. En las de dueños de medios que encumbraron odio y resentimiento aún a costa de su propio futuro.

     No leímos las señales; tan abstraídos estuvimos comprando en Miami que convertimos en elitesco lo necesario, lo imprescindible: los lienzos de Jacobo Borges, los filmes de Chalbaud, el teatro de Chocrón, los cuentos de Salvador Garmendia, los poemas de Rafael Cadenas. Mensajes que sin destino cierto deambulan en algunas conciencias provechosas y solas como ánimas en nuestro personal purgatorio-nación que sufrimos. Por eso Iván, cuando me preguntas cuáles son las vulnerabilidades del régimen sociopolítico liberal democrático venezolano, yo pienso en que raspamos impúdicos el cupo de nuestras identidades y bachaqueamos nuestra esencia cultural hasta esta escasez de ideas, esta inflación de egos que nos condena a ser los últimos latinoamericanos en la cola del progreso y la libertad.

     Por eso querido Iván, sólo preguntas quedan en este bolsillo roto de Pandora, pandemónium en que guardamos la esperanza, no como virtud, sino como metáfora de lo real no maravilloso, de la herida abierta de la confrontación entre poder militar y ¿poder? Civil, entre el fusil y el clavel, entre 1945 y 1998:

¿Cómo reconstruir el entramado social cuando los llamados a hacerlo escogieron “la salida”, pero por Maiquetía?
¿Qué es más importante, cuidarte del malandro, hacer la cola para la harina o protestar contra el mal gobierno, la desgracia hospitalaria y educativa?
¿Qué hacemos con una sociedad poco civilista y mal organizada?
¿Salvamos a los muchachos apartándolos del país o salvamos al país apartándolo de los muchachos?
¿Qué hacer ante el demonio rojo, amarillo y azul del populismo, del mesianismo que predomina en el establishment político venezolano?
¿Cómo restablecer el liberalismo en el debate cultural con tanta telaraña ideológica, con tanto trasto marxista-maoísta-castrista que pulula en el ambiente de las izquierdas venezolanas, con y sin botas?
¿Cómo entender a una derecha que, como criticó Octavio Paz en su versión mexicana, tiene más intereses que ideas?
¿Qué esperar del microcosmos cultural que solamente aspira que le devuelvan el teatro de la ópera de Maracay “bien bonito”, mientras la censura y el apartheid político-cultural imperan en museos, escuelas y medios de comunicación?
     Con aprecio superlativo a tanta bondad resumida en tu acción ciudadana y gentil, y esperando pronta y seguramente esclarecedora respuesta, tu amigo,

H.
Camerata Roja. Jacobo Borges









viernes, 27 de marzo de 2015

Día internacional del teatro 2015

Desde el sultanato cultural del estado Aragua, divulgamos el mensaje del día internacional del teatro, seccional Aragua, en un momento histórico de absoluta decadencia cultural y moral de la república. Nosotros, ciudadanos que pervivimos el ámbito teatral en todas sus instancias, nos hemos reunido para evaluar la actual situación del teatro en la región; llegando por tales instancias a una trágica conclusión: su desaparición como manifestación artística y cultural, pues hemos caído en un teatro que sólo sirve de astracanada para beneplácito de ideólogos trasnochados que militan en el bando de la mediocridad intelectual, insertos en la dirección del régimen autoritario que rige con fustas de subsidio y mordaza la conducta cultural del país; pero lo más importante de señalar, es que los grandes culpables del deplorable estado de nuestro teatro son los hombres y mujeres teatristas que han permitido que burócratas y politiqueros mafiosos ordenen ideológicamente la actividad escénica.

Los niveles de ignorancia, complicidad y servilismo que han mostrado la inmensa, e inmersa mayoría de los teatreros, nos lleva a creer que el futuro de la cultura escénica será empedrado, oscuro e insignificante. A través de estas líneas nos permitimos invocar a los sectores conscientes y críticos de la cultura y el teatro de Aragua a realizar análisis, diagnóstico y prospectiva del actual momento cultural-teatral, y así iniciar el camino de la rectificación. Llegamos al final de la debacle cultural, social y económica del país. Estamos en tiempos de transición para reiniciar los caminos de la creación. De la conciencia ciudadana que nos lleva a preguntar:

¿Cuánto vale la cultura para un gobierno que desaparece cuatro presupuestos en la “restauración” de un espacio teatral como el teatro de la ópera de Maracay (TOM)?
¿Cuánto aprecia a la cultura el régimen que eliminó bibliotecas virtuales y arruinó la casa de la cultura de Maracay?
¿De qué vale encerrar en cava mortuoria los desnudos del museo Mario Abreu? ¿Protegen acaso la moralina de los capataces de turno?
¿Dónde está realmente situado el teatro venezolano?

Nos hemos reducido a los confines de los espacios comerciales. Una vanguardia arrinconada por la censura y la negación de espacios, presupuestos y promoción.
Y finalmente: ¿Cuál es la imagen del teatro aragüeño, oficial y estable?
Recoger firmas cooperantes y arengar a las masas desde una garita.

No vale hoy, 27 de marzo, felicitación ni festejo. Es la hora de enfrentar la barbarie.

Alfredo Fuenmayor      Roger Rodríguez      Héctor Leiva Español

Los Muchachos de la NASA     Teatro La Misere       
Aragua en Red     Cultura para el progreso

Programación
1)      Lectura “Día internacional del teatro 2015”
2)      Proyección del documental: muestra del teatro aragüeño 1990
3)      Mesa redonda: el teatro 2015
4)      Brindis tradicional y consuetudinario en la escasez
Hora: 8 PM
Lugar: Sala de teatro Carmen Palma
Dirección: calle El samán # 110. Santa Ana